Resum
Derek Jarman y Pier Paolo Pasolini se merecen un lugar especial en la historia del cine. Abiertamente homosexuales,
su obra fílmica tiene en común un vínculo voluntario y nostálgico con la historia y con el pasado. La herencia de
la época isabelina, en el caso de Jarman, y del pasado clásico y el mito en el de Pasolini fructifica en fórmulas
subversivas que tienen el valor de contravenir las estructuras narrativas convencionales huyendo de los propios tópicos del cine de autoría homosexual.