Resum
El tema de la trata de personas es un problema vigente de magnitud global que no discrimina entre edad, sexo o estatus social. Su representación en el cine se puede rastrear en documentales, en cortometrajes, en series de televisión y por medio de imágenes que invitan al receptor a analizar las causas y efectos de este problema. A inicios del siglo xx, el cine sirve como medio para representar el apogeo de la industria, el desarrollo de la ciudad y sus posibles problemas sociales. En Estados Unidos, la película Traffic in Souls (1913) (1) del director George Loane Tucker abrió el diálogo cinematográfico a una audiencia masiva que participó como espectadora de imágenes que desarrollaban el tema de la industrialización americana ligada al problema de la trata de personas. Dicho tema ha sido explorado por la crítica, por ello existen varias propuestas en que se debaten ideas de género relacionadas con la violencia, la prostitución, y la industria del sexo. Otras características importantes que se asocian directa o indirectamente con el tema se relacionan con los términos de postguerra fría, (2) globalización o transnacionalización. Más aún, la crítica cuestiona cómo en ocasiones los filmes que abordan el tema de la trata, distorsionan las causas y efectos del problema y en su lugar ofrecen falsas soluciones. La migración es un factor importante a la hora de analizar el tema de la trata de personas y, en especial, la participación de las mujeres en este fenómeno, ya que muchas de ellas experimentan la inmigración ilegal y tienden a ser víctimas de las prácticas de un mercado de trabajo capitalista global. (3) Anna Szorényi y Penélope Eate señalan: "Ultimately, the issue of trafficking has become framed in ways that emphasize the control of national borders and women's sexuality" (610). Los filmes de la trata de personas desarrollan una relación estrecha entre la narrativa de género, la sexualidad y el problema de la inmigración ilegal que conlleva al tema de la violencia de género. En el caso de América Latina, Mauro Antonio Vargas Urías reflexiona acerca del papel que desempeñan los hombres en el problema de la trata de personas como promotores, actores y víctimas de este problema dentro de un contexto migratorio. Según Vargas, es difícil medir la magnitud del problema de la trata de personas que se relaciona con el proceso de inmigración porque no existen estadísticas actualizadas que indiquen tener una idea clara del total de personas que son víctimas de la trata (131-37). Sin embargo, en América Latina sí existe una numerosa producción cinematográfica enfocada en señalar cómo funciona la trata de personas. El tema de género se inserta de manera imprescindible en este discurso, especialmente con relación a la imbricada relación entre: cuerpo, control, esclavitud, producción y explotación. Esto se demuestra a partir de propuestas como la de la periodista Lidia Cacho, (4) investigadora en el tema de la trata de personas a nivel internacional. En sus publicaciones: Esclavas del poder y Los demonios del edén, Cacho ha señalado...